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Ingredientes
Para la masa:- 200 g de zapallo
- 300 g de harina sin polvos de hornear
- 30 g de mantequilla
- 50 ml de agua
- Aceite
- Sal
- 450 g de chancaca
- 1 litro de agua
- Clavo de olor
- Esencia de vainilla
- Naranja
Paso a paso
Paso a paso de la masa:- 1.
Prepara la masa: En un bowl grande, mezcla 300 g de harina con una pizca de sal, 30 g de mantequilla derretida y 200 g de zapallo cocido y molido (a temperatura ambiente). Comienza a integrar con las manos, si notas que la masa queda muy seca, incorpora poco a poco entre 30 y 50 ml de agua tibia, hasta obtener una textura blanda y manejable.
- 2.
Amasa y estira: Amasa durante unos 10 minutos hasta que la masa quede lisa y elástica, luego estírala con un uslero hasta que tenga aproximadamente 5 mm de grosor.
- 3.
Corta y pincha: Con un molde circular o un vaso, corta la masa en porciones de unos 8 cm de diámetro y pincha cada una con un tenedor para evitar que se inflen demasiado al freírlas.
- 4.
Fríe las sopaipillas: Calienta abundante aceite en una olla o sartén profunda. Cuando esté bien caliente, fríe las sopaipillas por tandas hasta que estén doradas por ambos lados. Retíralas con una espumadera y déjalas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
- 1.
Prepara la salsa: En una olla grande, agrega 450 g de chancaca, 1 litro de agua, 1 clavo de olor, 1 cucharadita de esencia de vainilla y la cáscara de 1 limón o naranja, luego cocina a fuego medio-alto por unos 15 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la chancaca se derrita por completo.
- 2.
Baña las sopaipillas: Reduce el fuego y añade las sopaipillas a la olla con la salsa. Deja que hiervan a fuego bajo durante 15 minutos más, para que se impregnen bien del sabor.
- 3.
Sirve calentitas: Reparte las sopaipillas en platos hondos, con una buena cantidad de salsa encima. Son ideales para disfrutar en una tarde fría o como postre de temporada.
¿Cómo hacer que las sopaipillas pasadas queden aún más sabrosas?
- Usa zapallo bien cocido y colado para que la masa no quede húmeda.
- Puedes agregar una pizca de canela o anís molido a la masa para darle un toque más aromático.
- Si te sobra salsa, guárdala en un frasco: sirve para panqueques, frutas picadas o pan tostado al día siguiente.









